El Chupinazo es el momento más esperado por los pamploneses y por miles de visitantes de todo el mundo. Marca el inicio oficial de las fiestas de San Fermín y es un espectáculo cargado de emoción, color y energía.
Cada 6 de julio a las 12 del mediodía, la Plaza Consistorial de Pamplona se llena hasta los topes de personas vestidas de blanco y rojo, los colores tradicionales de San Fermín. Con pañuelos en mano, todos esperan con ansias el momento en que el cohete, conocido como "el chupinazo", sea lanzado desde el balcón del Ayuntamiento.
Cuando el cohete estalla en el cielo, la plaza estalla con él: gritos, aplausos, cánticos y una explosión de alegría que marca el comienzo de nueve días de fiesta ininterrumpida. Es un momento de unidad y celebración, donde todos los presentes se unen en un solo sentimiento de entusiasmo y alegría.
El Chupinazo es mucho más que un simple cohete. Es el símbolo del comienzo de una de las fiestas más famosas y queridas del mundo. Para los que tienen la suerte de vivirlo, es un recuerdo que perdura para siempre.