El encierro de San Fermín es, sin duda, el evento más emblemático y emocionante de las fiestas. Cada mañana, desde el 7 al 14 de julio, las calles de Pamplona se convierten en el escenario de una carrera llena de adrenalina, donde valientes corredores se enfrentan a los toros.
La carrera, que tiene lugar a las 8:00 a.m., comienza en la Cuesta de Santo Domingo y recorre 849 metros hasta llegar a la Plaza de Toros. En apenas unos minutos, los corredores desafían su suerte y su habilidad, tratando de mantenerse a salvo mientras corren al lado de los toros que se dirigen a la plaza.
La emoción del encierro no solo está en la carrera, sino también en los preparativos previos. Desde las primeras horas de la madrugada, los corredores se concentran en la calle, rezando al santo y preparándose mentalmente para el desafío. A las 8 en punto, suena el cohete que marca el inicio del encierro, y en ese instante, el corazón de Pamplona late al unísono.
Ver el encierro desde uno de los balcones en la Cuesta de Santo Domingo es una experiencia única. Desde esa privilegiada posición, se puede observar la salida de los toros y la valentía de los corredores en el tramo más crítico de la carrera. Es un espectáculo que combina tradición, valor y emoción, y que deja una huella imborrable en todos los que lo presencian.